1.- Anticípale lo que ocurrirá, las
consecuencias de sus actos.
El niño tiene dificultad para prever la
consecuencia de algunos de sus actos: enseñar al niño que debe colocar el vaso
en medio de la mesa, porque si lo coloca muy al filo con sus movimientos puedo
tirarlo. Estas situaciones resultan muy frustrantes al niño. Estas situaciones
ocurren de manera reiterada, por lo que se genera una situación de tensión
2.- Dile “cómo hacer las cosas”. Esto
evitará frustración y tensión.
La reiteración de consecuencias “desastrosas”
genera situaciones de tensión, no sólo en el niño/a sino también en los padres
y hermanos y otras figuras del entorno, y el niño termina etiquetado.
3.- Evitar “etiquetar” al niño.
Es
recomendable que los padres vayan un
paso por delante del niño y le enseñen “cómo” debe hacer las cosas: cómo
debe colocar el vaso en la mesa, de qué manera debe cogerlo, cómo debe
agarrar un
plato si es que voy a ayudar a poner la mesa...
4.- Planifica sus acciones y
actividades: le proporcionará seguridad.
Saber cómo hacer las cosas ayuda mucho
al niño a aprender a planificar sus acciones y le da mucha seguridad también,
porque no sólo le guía sino que le permiten conseguir un logro
5.- Ayúdalo a organizarse con un
horario.
Todo lo que es planificación, organización,
actividades organizadas en un horario, ayudará al niño. El tiempo en el que el
niño no tiene nada que hacer, y entonces empieza a generar más desorden en la
casa.
6.- Procura que tenga ciertas
actividades para estar ocupado, sin saturarlo.
El tiempo sin nada que hacer no sólo
genera desorden sino también mucha tensión entre madre e hijo. La agenda de un
niño hiperactivo no tiene que estar sobresaturada.
7.- el Karate y el Taekwondo pueden
ayudarlo a controlarse.
Estas disciplinas ayudan mucho a los
niños con TDAH, pues generan capacidad de regulación en el niño. La regulación
desarrolla el control y la inhibición de la conducta, es decir, saber en qué
momento puedo hacer algo y en qué momento no, en qué momento debo esperar y en
qué momento debo proceder, en qué momento debo pensar antes de llevar a cabo
una actividad.
8.- Ayúdalo a relacionarse “mediando” en
el juego con sus amigos.
Cuando esté jugando con los amigos, por ejemplo,
a un juego de mesa, al principio, tenemos que estar mediando: “te toca tu turno”
o “te toca esperar, ahora le toca a tu amigo”. No hace falta sacarlo del juego,
ni hay necesidad de sobrecargarlo con terapias. Debemos ser muy insistentes y
constantes en marcar bien las pautas de control inhibitorio, planificación, de
manejo de turnos, de espera, tolerancia.
9.- Ayúdalo a tolerar la “frustración” y
a respetar los turnos.
Enseñarle a respetar los turnos y
aquellas situaciones en las que se pueda sentir frustrado porque las cosas no
salieron como él esperaba.
10.- Enséñale a lidiar entre “su expectativa”
versus “su capacidad”.
Enseñarle a ajustar su expectativa
frente a su capacidad de producción. La capacidad de producción está alterada
por su pobre capacidad de planificación. En ocasiones se fijan la idea de
conseguir un objetivo con perspectivas muy grandes y cuando ven que el
resultado de su trabajo es muy pobre siempre se sienten frustrados.
11.- Ayudarlo a ponerse metas “a corto
plazo”. Sus logros lo motivarán y prepararán para nuevos retos.
Siempre hay que trabajar mucho con metas
a corto plazo, para que el niño vea que puede manejar la situación y conseguir
metas. De esa manera, lograremos motivarlo para exigencias a más largo plazo.
PAUTAS PARA UN NIÑO CON TDAH EN EL AULA
1.- Profesores, padres y terapeutas deben
comunicarse y coordinar el trabajo con el niño
Es muy importante que el profesor/a diseñe
un plan de trabajo y se coordine con el terapeuta, en el caso en el que el niño
reciba terapia farmacológica y/o psicológica, y con los padres, los cuales ya
estarán llevando un plan de trabajo.
2.- Dosificar la exigencia académica y
conductual.
Se recomienda empezar dosificando las
exigencias tanto en el plano pedagógico como en el plano de exigencias
conductuales. Al principio, puede parecer que lo que estamos exigiendo al niño
no corresponde a su edad cronológica ni al grado escolar, pero es una primera
fase para estabilizarlo y manejar su motivación para que pueda alcanzar nuevos
retos.
3.- Ponerle objetivos que pueda alcanzar, para
motivarlo.
Su historial de fracaso es bastante alto,
por lo que se requiere trabajar dosificando las tareas, haciéndolas más pequeñas
para que las pueda manejar, terminar y conseguir los objetivos.
4.- Dosificar la cantidad de tareas y, en
lo posible, reducir la carga.
Por ejemplo, la cantidad de sumas, si es
que el niño está llevando a cabo una tarea de ese nivel o completar frases.
5.- El incremento de tareas debe darse
de forma gradual.
Iniciar reduciendo la tarea a la mitad y
gradualmente ir aumentando la cantidad de ítems en función de sus logros.
6.- El niño hiperactivo no requiere de
un colegio especial.
7.- El profesor/a debe considerar que la
capacidad del niño para planificar y organizar está alterada.
8.- Fijar metas más cortas sin alterar el
currículo porque el niño es capaz de lograrlo.
Se requiere dosificar y trabajar con
metas más cortas, pero el contenido curricular debe ser el mismo, porque la
capacidad intelectual del niño está intacta.
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